Autoconsumo solar, definición, tipos y beneficios

Instalaciones fotovoltaicas

Si estás pensando que es el momento de implantar paneles solares en su vivienda, seguramente lo hace pensando en el beneficio económico que supone, gracias al ahorro mensual en la factura de la luz, además del beneficio social que supone implantar estos modelos de consumo basados en la sostenibilidad. En esta entrada comentaremos los aspectos principales que debes saber acerca del autoconsumo solar antes de implantarlo en tu casa.

Definición de autoconsumo solar

El autoconsumo fotovoltaico o solar se trata de la generación de energía eléctrica de forma independiente, mediante el empleo de paneles solares que consiguen transformar la energía de la radiación del sol en energía eléctrica lista para el consumo, de manera que quien consume la energía, a su vez, la genera.

¿Hay más de un tipo de autoconsumo solar?

Cuando empleamos este término, generalmente la imagen más recurrente es la de una instalación de placas solares orientadas hacia el sol, junto con el resto de los componentes de la instalación. No obstante, podemos distinguir distintos modelos dentro de lo que engloba el autoconsumo solar, que se diferencian unos de otros en función de si consiguen ser independientes de la red general para el correcto abastecimiento del inmueble o, por el contrario, los inmuebles que cuentan con estos sistemas necesitan seguir conectados a la red general.

Por ello podemos encontrar dos grandes grupos incluidos en el autoconsumo solar:

  • Instalaciones que son independientes de la red de suministro.
  • Instalaciones que son dependientes de la red de suministro.

Modelos de autoconsumo solar y sus características

Modelos dependientes de la red

Estas instalaciones trabajan de forma que la energía generada por estos complementa la abastecida por la red general, lo que supone la no independencia energética en su totalidad, por esto, para contar con un correcto servicio, se deberá contar con un contrato eléctrico para conseguir cumplir con las demandas energéticas.

Este tipo de instalaciones, presentan un número reducido de componentes y entre sus ventajas se encuentran:

 

  • Presentan una inversión inferior que los independientes, ya que cuentan con menos elementos, por lo que el presupuesto de las placas solares es menor.
  • Se produce un ahorro mensual significativo en las facturas, tanto en energía como en impuestos.
  • Se satisfacen las necesidades utilizando recursos naturales.
  • Gracias a su instalación, se fomentan las energías limpias, impulsando un beneficio social.

 

Estos modelos de autoconsumo resultan óptimos para quienes buscan un cambio hacia la sostenibilidad de forma paulatina, para quienes no disponen o no buscan invertir grandes cantidades económicas y para quienes no quieren renunciar a contar con el servicio ofrecido por las compañías eléctricas, pero buscan un ahorro mensual.

Modelos independientes de la red

Este tipo de instalaciones son los que consiguen permitir una vida cotidiana completamente normal sin que el inmueble necesite contar con los servicios ofrecidos por las eléctricas, es decir, sin la necesidad de contar con un contrato eléctrico.

Estos modelos consiguen la independencia energética, gracias a contar con un mayor número de piezas para su funcionamiento, incluyéndose baterías y reguladores de carga.

Entre sus principales ventajas destacan:

 

  • Se consigue producir energía en cualquier punto geográfico, siempre que la instalación trabaje correctamente.
  • Toda la energía consumida es energía renovable.
  • Se consigue la independencia del mercado eléctrico y sus condiciones.
  • El inmueble en que se encuentra la instalación se revalora al alza.

 

Este tipo de sistemas resultan la alternativa para quienes buscan la independencia total de las compañías eléctricas, para aquellos que demanden energía en puntos donde no tiene acceso la red general y para quienes tienen el capital disponible para realizar la inversión.

¿Qué alternativa será mejor?

Cuando se tienen dudas sobre el modelo que se quiere implantar, se deben valorar los siguientes aspectos:

  • Las demandas energéticas que debe cubrir la instalación.
  • Las condiciones climatológicas que presenta el entorno donde se instalarán las placas solares, así como la superficie de la que se disponga.
  • La cantidad de placas solares que
  • La localización en aspectos políticos donde se vaya a instalar, pues las empresas disponibles, los precios y plazos de las instalaciones variarán.
  • El acceso, o no, a la red general de suministro.
  • El desembolso que se pretenda efectuar en la instalación.

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